Adopción y gobierno de la Inteligencia Artificial en la Empresa - Parte II
Adopción y gobierno de la Inteligencia Artificial
en la Empresa
Parte II
Reflexiones de Cristóbal
Morocho Moreno
Noviembre de 2025
LinkedIn: www.linkedin.com/in/cristobalmorochomoreno
11. El camino hacia la madurez en la IA
Es ya una vía general y recomendada el hecho que previo a encarar la integración de la IA en una organización el realizar una valoración de cuál es su situación frente a esta tecnología. Personalmente desde el año 2023 he estado involucrado en la definición de alguna herramienta o guía para ayudar a las empresas a realizar esta valoración. De hecho generé mi propia guía que la llame “IPIIA” (Indice Previo al Inicio de la Inteligencia Artificial). A la fecha, existen disponibles muchas guías (libres y propietarias) que realizan esta valoración y análisis, pero, todas coinciden en ciertos niveles de madurez.
Según IPIIA, las organizaciones pueden ser categorizadas
en niveles de madurez, cada uno representando una etapa en el dominio de la IA
tal como se muestra a continuación:
|
Nivel
de Madurez |
Descripción |
|
1.
No considera la IA |
Ha escuchado acerca de la
IA, pero no es consciente de las posibles aplicaciones. Tiene prácticas
ad-hoc y no estructuradas con mínima alineación organizacional o
infraestructura. |
|
2.
Considera la IA |
Es un consumidor informado
acerca de las soluciones de IA. Es capaz de identificar Casos de Uso para
reconocimiento y gestión básica de los procesos de IA, con escalabilidad y
alineación limitadas. |
|
3.
Desarrolla la IA |
Es capaz de integrar un
modelo de IA en productos o procesos de negocio estandarizados que se aplican
consistentemente en toda la organización, permitiendo una mejor
previsibilidad y rendimiento. |
|
4.
Competente en la IA |
Es capaz de desarrollar
soluciones de IA personalizadas para necesidades empresariales específicas.
Gestión basada en métricas donde los KPIs y los indicadores de rendimiento
garantizan la previsibilidad y el control. Mejora continua e
innovación con procesos que están perfectamente integrados y alineados con
los objetivos organizacionales. |
1.2.
Características de los
"AI Achievers"
Según la consultora Accenture en su informe “El Arte de Madurez de la IA” (Art of AI Maturity - Advancing from practice to performance; 2022), dice que las organizaciones que han alcanzado una madurez avanzada en IA, denominadas "AI Achievers" (Triunfadores en la IA), que según la tabla anterior están en el nivel “Competente en la IA”, demuestran cinco características distintivas que les permiten lograr un crecimiento superior y una transformación empresarial:
- Liderazgo estratégico: Sus máximos líderes, con un 83% contando
con el patrocinio del CEO, defienden la IA como una prioridad estratégica
para toda la organización.
- Inversión en talento: Invierten fuertemente en talento humano
(interno y nuevas contrataciones) para obtener más beneficios de sus
inversiones en IA, desarrollando la fluidez en datos, procesos e
implementaciones con IA en toda la fuerza laboral.
- Industrialización de herramientas: Industrializan herramientas y equipos de
IA para crear un núcleo de IA fuerte y centralizado en la organización.
- Diseño responsable: Diseñan la IA de manera responsable desde
el principio, integrando la ética y la gobernanza en el ciclo de vida del
desarrollo de los proyectos y casos de uso que incluyen la IA.
- Inversión equilibrada: Priorizan las inversiones en IA tanto a
corto como a largo plazo para asegurar un valor sostenido. Tienen
establecido un plan maestro y estratégico cuyo componente es la
innovación.
1.3. Plan de acción para el éxito en la IA
No existe una receta mágica para integrar la IA en una organización. Como es lógico cada organización y el sector al cual pertenece tiene su propia historia. Por otro lado, si puede realizarse un esfuerzo para plantear un conjunto de pasos estratégicos que permitan establecer un plan general que pueda ser adaptado a cada empresa según su estado de madurez y realidad. Así entonces consideremos las siguientes estrategias generales destinadas a implementar la IA, pero, como se ha mencionado, cada realidad empresarial tendrá su adaptación:
- Establecer el Liderazgo y
una estrategia para la IA:
Alinear las iniciativas de IA (casos de uso) con los objetivos de negocio
a través de una dirección estratégica clara.
- Establecer una cultura de IA
responsable: Construir un
gobierno de responsabilidad organizacional, ética y habilidades alrededor
de la IA para asegurar implementaciones y desarrollos de bienes y
servicios seguros que contienen esta tecnología.
- Comprender las capacidades
tecnológicas de la IA: La
IA requiere de infraestructura tecnológica (propia, contratada, híbrida).
El evaluar su capacidad actual permitirá establecer las acciones para
definir la capacidad necesaria (o al menos una inicial) para desarrollar sus
casos de uso y con ello, por supuesto, exponer sus beneficios,
oportunidades y riesgos. Recordar lo mencionado en el artículo anterior,
respecto a desarrollar una infraestructura robusta de datos, tecnología y
ciberseguridad.
- Establecer y fortalecer la
gestión de riesgos: Es
importante que la organización implemente y fortalezca sus procesos para
identificar, medir y mitigar los riesgos de adopción de la IA. Considerar
fundamentalmente que los datos empresariales serán el “alimento” para la
IA y por tanto, serán sensibles. Como es evidente, una gestión de riesgos
será una obligación mas no una opción.
- Monitorear con métricas
claras: Como todo plan
estratégico deberá incluir indicadores clave de rendimiento (KPIs por sus
siglas en inglés) que permitan controlar el desarrollo de los proyectos y
en particular el ROI de los mismos. Es claro que esos indicadores no serán
los mismos que otros proyectos tradicionales de tecnología (posiblemente si
existirá algunos que coincidan) y serán utilizados como bucles de
retroalimentación de la prueba de concepto (PoC, por sus siglas en inglés)
y los pilotos para refinar las estrategias y mejorar las implementaciones.
Igualmente asegurarse que las métricas estén orientadas a los resultados y
se alineen con los objetivos organizativos (mejorar la estrategia), los
principios de IA responsable y las expectativas de los consejos de gobierno
y los miembros de la comunidad.
- La IA centrada en el humano: Asegurar que la tecnología trabaje para
las personas, tanto empleados como usuarios finales. Esto podría sonar
como enfoque “humano céntrico”, pero no se refiere en ese sentido, sino
más bien en la preocupación por el impacto de la IA en las personas y sus
intereses y no actúe de forma autónoma sin supervisión. Es crucial que las
organizaciones equilibren la integración de esta tecnología con la
interacción humana, garantizando que la IA se emplee para complementar y
no necesariamente para sustituir a los humanos; esto involucra por
supuesto, un análisis honesto de los motivos de incorporar la IA y la
situación de la empresa. La transparencia es esencial, ya que los usuarios
finales deben tener una idea clara de cómo funciona un sistema de IA y
cuáles son sus limitaciones, especialmente si lo usan como parte de su
proceso de trabajo.
- Gestionar el Cambio de
manera proactiva:
Identificar y abordar de manera
proactiva la resistencia y las preocupaciones presentes en el recurso
humano de la organización. Escuchar las preocupaciones de las partes
interesadas y ofrecer soluciones a las mismas ayudará considerablemente a
superar esa resistencia. Los expertos en el tema de gestión de cambio
recomiendan utilizar técnicas como discusiones individuales, grupos
focales y actividades de capacitación. Por otro lado, el supervisar los
progresos y hacer ajustes será una forma de control y monitoreo (incluso
debe ser un KPI de monitoreo). El celebrar hitos y éxitos para mantener el
impulso y la participación de todos los involucrados preparará a la fuerza
laboral para los nuevos roles y flujos de trabajo impulsados por la IA.
22. Conclusión: La madurez de la IA como imperativo de
supervivencia.
El
camino hacia la adopción efectiva de la IA se revela como un viaje estructurado
de madurez, no un simple salto tecnológico impulsado por la moda. La lección
más contundente es que la mayoría de los proyectos de IA fracasan, no por la
tecnología, sino por la precipitación al intentar escalar sin una base sólida
de estrategia, datos, talento y gobernanza. La clave inicial está en la
autoevaluación. Conocer si la organización está en un Nivel 1, apenas
considerando la IA, o si se ha consolidado como un "AI Achiever"
(Nivel 4), capaz de industrializar soluciones personalizadas y gestionar el
rendimiento a través de métricas claras, es una fundamental tarea.
Por lo tanto, la integración de la IA no es un checklist, sino definir un Plan de Acción continuo y adaptable. Este plan debe incluir, adicionalmente a los proyectos que se establezcan con este propósito, tareas y actividades alrededor de los siguientes temas:
1.
Establecer un liderazgo que alinee la IA con los
objetivos de negocio.
2.
Construir un Gobierno responsable que gestione la
ética y los riesgos. Fortalecer la gestión de riesgos como obligación, no como
opción.
3.
Monitorear con métricas claras y orientadas al ROI,
distintas a las tradicionales.
4.
Garantizar la IA centrada en el humano, donde la
tecnología complemente, asegurando transparencia en el proceso de trabajo.
5.
Gestionar el Cambio proactivamente, abordando la
resistencia y preparando a la fuerza laboral para los nuevos roles.
En
definitiva, la madurez en la IA no es un fin, sino la base fundamental para la
competitividad futura. Aquellas organizaciones que logren transitar este camino
con estrategia y gestión proactiva del cambio, serán las que no solo dominarán
la tecnología, sino que liderarán su sector.
Cristóbal Morocho Moreno
PMP-DASM
Noviembre 2025


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